1. Se fríe el pan cortado en trozos pequeños

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2. Se fríe un poco de matalahúva. Se cuela y se vierte el aceite en una cacerola.

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3. En dicha cacerola se añade la harina, el azúcar  y el litro de leche. Batir muy bien con unas varillas o una paleta de madera, para que no tenga grumos.

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4. Poner a fuego medio-lento, remover continuamente para que no se pegue y no se formen grumos y cuando empieza a hervir, cocinar durante 15 minutos. Si la vemos muy espesa, añadir poco a poco más leche, hasta que la consistencia sea blanda. Al final se agrega los tostones de pan frito.

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5. Se puede tomar tal cual, o bien con miel o arrope. También se puede calentar un vaso de leche azucarada y verter sobre las gachas.

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La diferencia con las gachas con agua, es que éstas son dulces y se suele tomar como postre. Aunque por supuesto al igual que las anteriores se toman como plato único en los días lluviosos.