1. La noche anterior a la elaboración del pan se hace la masa madre, para hacerla necesitaremos 1 kilo de harina y 750 ml de agua. Se amasa a mano los ingredientes anteriores y una vez la mezcla tome forma de masa se tapa con una manta para que fermente.

 

2. Al día siguiente utilizaremos un lebrillo grande, donde en una parte de él verteremos 11 kilos de harina y en la otra parte 7 litros de agua con la sal.

 

3. En el lado donde se encuentra el agua disolvemos la masa madre, una vez disuelta a mano, se mezcla el agua con la harina.

 

4. Se amasa con los puños doblando la pieza varias veces, se amasa hasta que la masa quede uniforme durante 45 minutos aproximadamente.

 

5. Una vez lista la masa, se corta en trozos de medio kilo y se empieza a dar forma, colocándolas posteriormente encima de un paño y tapándolas con el mismo y una manta para que coja calor.

 

6. Mientras las piezas fermentan se calienta el horno con leña de retama. Una vez que esté el rescoldo (la leña quemada ya), se barre el suelo del horno con retamas verdes, y se coloca dicho rescoldo a un lado.

 

7. Seguidamente se van echando las piezas de pan, que estarán ya con el corte hecho para darle forma y de vez en cuando se cambian de posición para mejorar la cocción. Coceremos el pan durante 1 hora aproximadamente.

Esta receta se puede hacer mientras se celebra un día de convivencia familiar.